De Todo Un Poco
Brasileño que ya ha viajado 20 mil km en bicicleta, llega a Honduras
El brasileño Luis Antonio da Cunha, de 26 años, es una persona a quién le gustan los retos: después de pasar casi 3 años viajando por Sudamérica en bicicleta, con solo una mochila y algunos equipos en su bicicleta (con más de 20 mil km recorridos), ahora sigue en una nueva etapa de su viaje, que tiene como destino final México, pasando por 8 países en los próximos meses.
En este momento está en Honduras, uno de sus países favoritos, en el cual pretende quedarse dos semanas.
Su aventura ha empezado en 2016, cuando él, que es graduado en diseño industrial, encontró un mercado de trabajo difícil en Brasil y una vida sin muchas perspectivas. Surgió, entonces, la idea de hacer ese viaje y realizar su sueño de conocer Latinoamérica. Luis abrazó la oportunidad y, desde entonces, ha experimentado nuevas culturas, en un viaje por paisajes deslumbrantes y, al mismo tiempo, lleno de peligros.
Después de pasar por diversas ciudades y lindos paisajes de Brasil, avanzó por Uruguay, cruzó la frontera con Argentina de este a oeste por los pampas y montañas, pedaleó por el desierto do Atacama, en Chile, conoció los impresionantes contrastes paisajísticos y sociales en Bolivia.
Regresó, entonces, a Brasil por el Medio Oeste, en 2017, y pedaleando por Rondônia y Acre, llegó a Perú, país que recorrió de punta a punta por las montañas y valles amazónicos. A continuación, recorrió Ecuador por entre las montañas andinas y por la costa, viajó por el oeste colombiano, hasta seguir en barco para Panamá, donde pedaleó más 120 km, totalizando 9 países conocidos en su bici. Después de algunos días de descanso en Brasil, él volvió para Panamá y ahora cruza Honduras.
“Viajar con solo algunas pertenencias atadas a una bicicleta no es fácil, pero es una experiencia única. Es un viaje sostenible, ecológicamente correcto y culturalmente muy rico”, explica Cunha, que está buscando patrocinio de marcas de productos sostenibles para esa nueva etapa de su proyecto. El objetivo es contar con el apoyo de empresas que ofrezcan productos ecológicamente correctos, económicamente viables, socialmente justos y culturalmente diversos.
Para ayudar a financiar la primera etapa de su viaje, él interpuso largos períodos en bicicleta, cuando llegó a pedalear hasta 120 km por día, a algunos días de descanso/trabajo en las ciudades, cuando aprovechaba para conocer mejor la región y ganar algún dinero. “Ya he trabajado, a lo largo del camino, como diseñador, profesor de surf, camarero en hotel, barman, agricultor y en el área de construcción”, él recuerda que es tema frecuente de reportajes en las regiones por donde pasa y que también recibe la solidaridad de la población, que abre las puertas de sus casas para recibir el brasileño.
La aventura, que puede ser acompañada en el sitio web A vida virou um risco (https://umrisco.wordpress.com/) y en las redes sociales de Luis (http://www.fb.com/umrisco y http://www.instagram.com/avidavirouumrisco) con bellas fotos y muchos testimonios (en portugués y español), posiblemente va a convertirse en un libro, en el cual hablará sobre las dificultades, descubiertas y curiosidades de su experiencia.
(Texto cortesía: Daniel dos Santos )