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Las vibraciones no amenazan, de momento, el futuro de San Siro
El Inter y el Milan aseguraron que las vibraciones anómalas recientemente registradas en un sector del milanés estadio Giuseppe Meazza (San Siro) no alteran su uso, en un momento de profunda incertidumbre sobre cuál será el futuro de uno de los coliseos símbolo del fútbol italiano.
Lo hicieron con un comunicado conjunto publicado para aclarar una situación de la que se ha debatido mucho en Italia, y que también ha preocupado al Comité Olímpico Internacional (COI), pues San Siro es la sede propuesta para albergar la eventual ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos de Invierno de 2026, de ser estos otorgados a la candidatura de Milán-Cortina.
«En el marco del constante control del estadio de la ciudad, se registró, el pasado 7 de abril, un fenómeno de vibración, en un sector del tercer anillo, superior a los normales parámetros. Por eso, el Ayuntamiento de Milán (dueño del estadio) activó las medidas necesarias para estudiar el fenómeno», se lee en el comunicado.
«El análisis (…) subrayó que el fenómeno registrado no ha bajado el coeficiente de seguridad y que por eso no son necesarias medidas específicas. (…) Se confirmó que se dan las condiciones de practicabilidad del estadio, en algunos casos tomando algunas medidas de gestión operativa del público del tercer anillo que no interfieren en el uso global de los servicios de la instalación», se agrega.
El Milan, que juega en San Siro desde 1926, y el Inter, que usa el estadio milanés desde 1947, despejaron de esta manera la preocupación sobre la seguridad de su actual coliseo, aunque el futuro sigue envuelto en las dudas.
El estadio milanés, que fue teatro de algunas de las páginas más importantes de la historia del fútbol italiano y europeo, es de propiedad del Ayuntamiento, que, junto a Inter y Milan, está razonando sobre si es oportuno proceder con una remodelación o derrumbarlo para edificar un nuevo campo a pocos metros de distancia.
La primera opción, que permitiría evidentemente contener los gastos, es la preferida por el alcalde milanés, Giuseppe Sala, mientras que la segunda cuenta con el visto bueno del Milan y del Inter, que estarían dispuestos a construir un «Nuevo San Siro» en la zona adyacente al campo, donde surge actualmente un aparcamiento.
«Yo quisiera que se remodelara, pero si los clubes tienen una idea distinta, qué me visiten y me presenten un proyecto», explicó Sala en una reciente entrevista, mostrándose abierto a barajar todas las opciones y su viabilidad.
El alcalde milanés, uno de los grandes promotores de la candidatura olímpica de la capital lombarda, reconoció además que el COI le pidió garantías sobre la futura disponibilidad de San Siro para una eventual ceremonia de apertura de los Juegos de Invierno.
«Me llamó el COI y me pidió claridad, además quisieron una carta escrita. Dijimos al COI que haremos allí (en San Siro) la ceremonia de apertura. Nuestra respuesta fue que, tanto en el caso de que se remodele o de que se edifique un nuevo estadio, se hará allí. Lo positivo es que Inter y Milan están trabajando juntos», aseguró.
En este contexto, ya se abrió en Italia un intenso debate sobre cuál es la mejor opción para el futuro de San Siro, con quienes defienden el patrimonio cultural e histórico del actual estadio y quienes animan a que se apueste por un nuevo coliseo, más moderno.
A nivel europeo, muchos clubes decidieron abandonar su estadio histórico para invertir en un nuevo campo y multiplicar los ingresos con tiendas, restaurantes o museos.
Es el caso del Atlético Madrid, que dejó al Vicente Calderón para construir el Wanda Metropolitano, del Tottenham, que inauguró hace dos semanas su nuevo estadio en sustitución del histórico White Hart Lane, o del Juventus Turín, que cambió al Delle Alpi por el Allianz Stadium.
Con anterioridad, entre otros, también el Arsenal decidió derrumbar Highbury para construir el Emirates Stadium.
En cambio, un club que apostó por quedarse en su actual casa es el Real Madrid, al presentar el pasado 4 de abril un proyecto futurista para remodelar el Santiago Bernabéu cuyo gasto podrá alcanzar los 575 millones de euros. EFE