Más de Honduras
Se “apagó el cañón” del “Macho” Figueroa
Uno de los grandes goleadores de la historia de la Selección Nacional de Honduras, José Roberto “Macho” Figueroa Padilla, sorpresivamente falleció de un infarto en la madrugada del lunes en San Francisco California, donde radicaba desde hace más de tres décadas.
El famoso “patada de mula” como lo bautizaron en Murcia cuando jugó para el Real Murcia, ya no volverá a fusilar a ningún portero con su potente remate de derecha.
El 10 de Honduras en el Mundial de España 1982, ya no sonreirá más ni mostrara su tradicional humildad que siempre tuvo desde que llego al Vida a finales de los ochenta.
“Macho” Figueroa representa para nuestra generación a un Carlos Pavón o David Suazo de esta época, el goleador de la Selección, el internacional orgullo catracho que llevó al Real Murcia a primera división, que se codeó con los grandes y que nunca cambió su forma de ser.
Antes de la llegada de estos exponentes catrachos fue el máximo goleador en eliminatorias mundialistas con 14 goles, sumados en los procesos de España 1982 y México 1986.
Todavía se recuerda el golazo que le hizo al argentino Miguel Zelada del América desde el mediocampo en el Coliseo de Los Ángeles en un partido con la Selección Nacional.
UN INTERNACIONAL DE PRIMERA LÍNEA:
Llegó al Vida, el equipo de su corazón desde finales de los setentas, fue campeón con ellos en 1981, antes de dar el gran salto a Europa, donde jugó para el Real Murcia y Hércules entre 1982 y 1988, dejando su huella sobre todo en Murcia donde fue el ídolo de la Condomina en donde celebró 51 goles en 111 partidos.
En la temporada 1984-1985 peleó el premio Pichichi de máximo goleador de España con el mexicano Hugo Sánchez Márquez del Atlético de Madrid.
Hace algunos años volvió a casa para un homenaje en el nuevo estadio del mismo nombre donde los aficionados lo vitorearon como pocos, el cariño mostrado a Figueroa es muy similar al que recibe Jorge “Mágico” González en Cádiz.
SUS ÚLTIMAS VIVENCIAS
Luego de su gran recorrido europeo regresó a Honduras en 1988 para jugar con el Motagua junto a sus ex compañeros de selección, Ramón “Primitivo” Maradiaga y Gilberto Yerawood, a petición del entrenador hispano-uruguayo Carlos Jurado Román, quien lo había dirigido en el Hércules de España.
En la siguiente temporada fue junto a su maestro Chelato Uclés viajan al Sport Cartaginés de Costa Rica donde no tuvo grandes números pero si el cariño de la gente que lo recordaba como uno de los verdugos de la Selección tica en las eliminatorias mundialistas.
Cerró su carrera en casa, en el Club y Social Vida de 1990, allí donde inició y forjó su vida deportiva, el equipo que con su venta pudo construir su sede por decisión del presidente del club, Rafael Emilio Jaar.
Este espacio es corto para describir la gran historia del ídolo catracho en los años ochenta, todos los niños soñaban ser como el Macho, su pegada letal solamente igualada por sus ya compañeros igualmente fallecidos Salvador “Pólvora” Bernárdez y Francisco Javier Toledo… en paz descanse “Macho” Figueroa. (GG).