Pablo Rubio viajó a su segundo e histórico Ironman de Hawai

Pablo Enrique Rubio Ponce, no es un atleta improvisado, ni muchos menos, con 52 años de edad, lleva 45 compitiendo en el alto rendimiento desde sus inicios en la natación hasta ahora que permanece en un deporte complicado como el triatlón porque se conjuga además del deporte acuático, el ciclismo y la maratón.

Con una trayectoria impresionante como nadador en distancia largas en su niñez y juventud con el recordado Country Club, Rubio fue el primer hondureño en un Ironman de Hawai y lo hizo en 1994, cuando solamente tenía 24 años: “Siempre he estado ligado al deporte, tuve disciplina para ello y lo mantuve después de mis años recordados en la natación compitiendo a nivel local e internacional y luego se vino el sueño de competir en Triatlón, algo que es más complejo, porque es la unión de tres deportes en forma seguida con una competencia agotadora de aproximadamente 10 horas”, dijo con orgullo.

El triatleta catracho recordó la forma anecdótica como se clasificó en 1994, una sorpresa para muchos, ya que era impensado ver a un hondureño en una competencia de tanta exigencia: “Me preparé para los quintos juegos centroamericanos de El Salvador y la medalla de plata me valió para ser tomado en cuenta, ya que en ese tiempo las inscripciones eran por currículo y no tanto marcas como ahora”, afirmó.

En este tiempo las exigencias para clasificar no eran tan complicadas como ahora, reconoce el catracho que ya viajó ayer sábado hasta Hawai donde competirá el próximo 6 de octubre: “Envié mi solicitud y la misma fue aprobada por lo que me preparé a mi manera, en forma empírica, ya que en ese tiempo me auxilié de revistas y publicaciones que pude conseguir y no me fue mala, ya que me ubiqué 18 en mi categoría y 232 de más de 2 mil 500 competidores”, recordó.

Lo de Rubio Ponce fue una gesta, pero a pesar del tiempo siempre quiso volver a un Ironman, lo intentó en 2012, pero no fue posible porque la clasificación no es tan sencilla: “Cada vez se ve más complicada, ahora hay eliminatorias y clasificatorias en varios lugares, la preparación es diferente, más científica en todo sentido desde alimentación, carga de entrenos y formas, ya que son tres diferentes deportes que tiene cada uno su forma de trabajarse”, explicó.

A pesar de lo anterior Rubio no dejó de ilusionarse a pesar del paso del tiempo, y con mucho esfuerzo va de nuevo al Ironman, lo que actualmente representa el mundial de este deporte: “Esto representa al Tour de Francia anualmente con 276 kilómetros con el mejor nivel competitivo del mundo. Para este año 100 mil atletas buscaron clasificarse y solamente 2 mil 500 pudimos clasificar”, agregó.

El proceso de clasificación no ha sido fácil, ha recordado que no es nada sencillo: “Lo logramos en octubre del año pasado, por lo que pudimos planificar fogueos y todos los detalles. Los selectivos para entrar al Ironman se sacan de 24 localidades en el mundo como Oceanía, Europa, Asia, Estados Unidos y en Latinoamérica, en donde competimos en la categoría de 50 a 55 años”, afirmó.

En el caso de Rubio, escogió Estados Unidos para buscar la clasificación misma que se le negó Texas en 2012, ubicándose en la octava posición: “El año pasado logramos lo anhelado desde el 2000, al llegar a Indiana a lograr la meta, quedando en el podio con un honroso cuarto lugar, lo que nos dio el pase, ya que los cinco mejores de los 200 participantes clasifican directamente al Iroman, días después fuimos notificados oficialmente”, informó.

El destacado triatlonista después de la honrosa participación en 1994 tuvo que parar por temas de preparación académica, por lo que desde hace 20 años buscaba la posibilidad de disfrutar un evento que es sumamente complicado: “Tuve que experimentar el fracaso de dos décadas, lo es cuando no se logra, pero es que ahora no es tan fácil clasificar, lo intenté en Texas en 2012, pero me quedé en el octavo lugar de 300 participantes cuando contaba con 42 años, pero ahora la preparación ha sido mejor porque se juegan factores adicionales que facilitan volver a un evento que esperé durante 21 años”, afirmó.

A cuatro días de su presentación en un evento que consta 226 kilómetros, 4 de natación, 180 de bicicleta y 42.2 maratón en un solo día, en un aproximado de 10 horas él siente que llega muy bien preparado: “El cuido es clave en estos últimos días, debemos cuidarnos del Covid o alguna enfermedad, máxime que tengo más del doble la edad de lo que tenía en mi primera vez. Mejoramos los indicadores o métricos deportivos como potencia y otros detalles”, indicó.

Finalmente dice que ahora competir es algo especial, ya que en su primera incursión en Ironman era soltero y sin hijos: “No cabe duda de que mi inspiración la tengo en casa con mi familia, ellos son el soporte en esto, son testigos del trabajo y esfuerzo que he realizado para poder ir a este evento”. (GG)