Los graves incidentes que provocaron el domingo el aplazamiento del Olympique de Marsella-Lyon y las heridas del técnico lionés Fabio Grosso fueron «una derrota para todos», lamentó Gennaro Gattuso, técnico del Marsella.
«Fue una derrota para todos, para mi equipo y para el Lyon. Es una derrota para el fútbol«, declaró el entrenador italiano en conferencia de prensa.
Previsto para el pasado domingo, el partido fue aplazado al 6 de diciembre. El autobús que transportaba a los jugadores y el cuerpo técnico del Lyon al estadio Vélodrome fue apedreado y Grosso sufrió cortes y heridas en la cara.
«Ver un estadio lleno, con 65.000 personas, niños llegados con sus padres que lloran porque no hay partido, todo eso por causa de cuatro o cinco personas que para mí no son aficionados del OM [Olympique de Marsella] sino gente sin consideración, es algo inaceptable», añadió Gattuso.
El que fuera entrenador del Valencia también se refirió a las heridas sufridas por su compatriota Fabio Grosso, con el que se proclamó campeón del mundo en 2006.
«Fueron momentos de preocupación. No vi las primeras imágenes de Fabio cuando llegó, y en un primer momento me hablaron de dos o tres puntos de sutura, de algo no muy grave», contó.
«No lo vi hasta hora y media después, y francamente, ni tan mal (…) Hubiera podido perder el ojo», añadió.