De Todo Un Poco
El sueño panameño de Thomas Christiansen
Peor no pudo ser el momento en que Thomas Christiansen llegó a Panamá. Cuando el covid-19 consumía al país en agosto de 2020, un incógnito español de origen danés fue noticia al hacerse cargo de la selección en medio de muertes y contagios. Esa atrevida decisión marcó el destino de la Marea Roja.
No eran tiempos para hablar de fútbol. La pandemia se devoraba la vida en Panamá, pero el presidente de la Federación canalera, Manuel Arias, ejecutó un plan en medio de la cuarentena para suceder al destituido Américo ‘Tolo’ Gallego, y más cuando la eliminatoria de la Concacaf a Catar-2022 se asomaba.
Fue así como Christiansen desembarcó en Ciudad de Panamá en ese agosto y obligado por la crisis sanitaria fue conociendo a los jugadores por videollamadas mientras guardaba aislamiento y éstos a su vez tomaron contacto con el nuevo seleccionador tras casi cinco meses encerrados sin entrenar.
«El país estaba totalmente paralizado», relató de su puño y letra recientemente en la plataforma online de The Coaches’Voice, un texto que tituló «Mi mayor reto».
«Me dediqué a analizar el nivel de los futbolistas. Me tocó también tomar decisiones de cambio generacional en función de qué era lo mejor para el equipo. Sin embargo, fue muy positivo porque pude relacionarme con los jugadores», recuerda el entrenador de 51 años.
– Volviendo a casa –
La hoja de vida de Christiensen no decía mucho para los panameños.
Su primera experiencia como técnico fue en el AEK Larnaca de Chipre en 2014 y en 2016 saltó al banquillo del APOEL de Nicosia por una temporada. El Leeds United lo reclutó en 2017, pero uno año después los resultados le marcaron la salida.
Su último club fue el Union Saint-Gilloise, de la segunda división belga, en la temporada 2019-2020. Pero apareció la pandemia y su contrato fue rescindido.
«Desde que salí del Leeds United tenía el deseo de dirigir a una selección nacional. Apenas supe de la opción de entrenar a Panamá no dudé», sostuvo.
«Quería probar algo distinto al trabajo de club. Entrenar a un club es más concreto, con un grupo definido de jugadores. Es un trabajo día a día en el que te preparas cada semana para competir el fin de semana. Entrenar a una selección es diferente. Hay un abanico más amplio de jugadores».
Dicho y hecho. Arias tenía un plan. Era Christiansen.
«Era curioso que el destino me llevara de nuevo al país, más de cuarenta años más tarde», comentó al recordar que de muy niño vivió en Panamá. «Eso me motivó porque no era un lugar desconocido o sin mayores vínculos emocionales».
– Una grata sorpresa en América –
Tiempo presente: Christiansen obró el milagro de volver a poner a Panamá en el radar futbolístico, luego de que el colombiano Hernán ‘Bolillo’ Gómez lo llevara por primera vez en su historia a un Mundial, el de Rusia-2018.
«Dirigir a Panamá es el mayor reto de mi carrera como entrenador (…) Conseguido el deseo de dirigir una selección, mi sueño siempre fue llegar a un Mundial».
Y se le escapó por poco, porque Panamá finalizó quinto con 21 puntos en el octogonal final de la Concacaf para Catar-2022, cuatro unidades abajo de Estados Unidos y Costa Rica, que fue a la repesca ante Nueva Zelanda.
Ese pecado se lo perdonaron. Y Christiansen devolvió la confianza llevando a Panamá a la final de la Copa Oro de la Concacaf del pasado año, en la que México le ganó 1-0. Meses después logró la clasificación a la Copa América de Estados Unidos 2024 al alcanzar las semifinales de la Liga de Naciones de su reguón.
Y en la segunda participación de Panamá en el torneo de selecciones de la Conmebol logró por primera vez el pase a cuartos de final.
«En Panamá dije que me gustaría ser la sorpresa, como la Marruecos (cuarto) del Mundial. Gracias al equipo entero hemos conseguido algo histórico», anotó el lunes tras la victoria 3-1 ante Bolivia en Orlando en el cierre del Grupo C.
El sueño de Thomas Christiansen está tomando forma. Quizá lo pueda cumplir en el Mundial norteamericano de 2026.