Los Bulls no quieren dejar ir a LaVine a cualquier precio

Cuando un traspaso se hace tan evidente como el de Zach LaVine, lo normal es que el equipo que le tiene en propiedad acabe rebajando exigencias. Este verano los Chicago Bulls han visto salir a Alex Caruso y DeMar DeRozan recibiendo a Josh Giddey, Chris Duarte y dos segundas rondas. Un botín excaso para su mejor defensor y jugador respectivamente. Ahora, con LaVine apuntando a una más que posible salida, Arturas Karnisovas vuelve a echarle el freno. «No haremos nada que no nos haga mejores», ha dicho el general manager.

«Seremos pacientes, creo que estamos lejos de ser un producto finalizado. Tenemos pensado contar con él en el training camp«, continúa el lituano. Lo cierto es que el momento del equipo pide a gritos empezar de cero. O al menos algún escalón por debajo de sus aspiraciones estos dos últimos años, algo en tierra de nadie entre el play-in y los playoffs. Sin embargo, las palabras del directivo apuntan a una campaña más en estas lides.

Cada día que pasa el valor de LaVine es más bajo, y el exterior ya permaneció el pasado febrero en Chicago por falta de pretendientes. La mala noticia para los Bulls es que, siendo un activo de valor negativo ahora mismo, al escolta le resta este año y uno más vía opción de jugador. Mover un contrato como el suyo es complicado, pero más aún cuando le restan más de 24 meses (cogerá ese quinto año casi seguro) para llegar a su fin. Y Karnisovas no es un directivo conocido por tomar riesgos y acelerar procesos. (NBA Maniacs)