La liga rusa arranca el sábado con dos técnicos españoles, David Deogracia y Franc Artiga, al frente de equipos que deberían luchar por la salvación y el serbio Dejan Stankovic, leyenda del Inter de Milán, en el banquillo del Spartak Moscú, que buscará romper la hegemonía del todopoderoso Zenit.

El canario David Deogracia dirigirá al Orenburg, equipo de los Urales que la pasada temporada rondó el descenso, pero que se salvó por lo pelos en la última jornada.

El Orenburg terminó el campeonato con 31 puntos, uno más que el equipo que marcaba el descenso de categoría, el Nizhni Nóvgorod.

La directiva premió con la renovación al técnico, que asumió la dirección del equipo en agosto de 2023 tras la destitución del checo Jiri Jarosik.

El segundo técnico español es Franc Artiga, quien fue nombrado a finales de junio técnico del Khimki, equipo recién ascendido a la división de honor.

Artiga, que la temporada pasada dirigió al Ródina de la segunda división, sustituye en el cargo al ruso Andréi Talaláev, que fue cesado pese al ascenso.

El técnico catalán fue alabado por el buen juego realizado por el Ródina, que tras una gran segunda vuelta acabó quinto, a las puertas del ascenso.

Artiga trabajó durante más de una década en la cantera del Barcelona, años en los que entrenó a talentos como Ansu Fati, Dani Olmo o Xavi Simons.

Un año más el Zenit, que ha ganado las últimas seis ligas rusas, es el gran favorito a alzarse con el título, aunque la pasada temporada no certificó su victoria hasta la última jornada, a la que el Dinamo Moscú llegó como líder.

En un intento de hacerle sombra, el Spartak Moscú fichó como técnico a Stankovic, campeón de la liga húngara al frente del Ferencvaros.