Baloncesto
Homenaje en vida para Pat Riley
¿Cuántas personas pueden presumir de haber dotado a una franquicia NBA de una identidad? Eso que representaron en su día Red Auerbach para los Boston Celtics y el Dr. Jerry Buss para Los Angeles Lakers es una rara avis en la NBA de hoy.
Los propietarios no suelen tener la intención de ser personalidades que tengan un peso reconocido en el entorno de la liga.
El entrenador que dura más de tres años en su cargo es un superviviente. Y los General Managers son nuevos ídolos, pero también están más a viento del mercado que nunca. D
e entre todas esas figuras que riegan las plantillas de empleados de las 30 franquicias, no hay dos figuras que hayan fraguado y expliquen la idiosincrasia de sus organizaciones como Gregg Popovich y Pat Riley.
Este último, anuncian hoy los Miami Heat, recibirá quizás el mayor homenaje que una persona puede recibir por parte de la empresa que le da cobijo.
A partir de esta temporada la cancha del equipo de Florida recibe el sobrenombre de su padrino.
Pasándose a llamar ‘Pat Riley Court at Kaseya Center’. El nombre del pabellón puede variar como ya varió el año pasado con el último cambio de patrocinador (otra pequeña gran consecuencia de la bajada de fiebre crypto).
Pero la cancha recordará a las generaciones venideras el nombre de quién fue alfa y omega de una franquicia de ideales férreos.
Ya ha llovido desde que Riley, discutido con los cambios que se estaban dando en los New York Knicks en la segunda mitad de los noventa, aceptó una oferta precursora de los Arison.
Dueños y señores de una organización recién nacida y que a casi nadie importaba.
De su llegada nació un credo, la Heat Culture, que hoy sirve como libro de estilo de un equipo alérgico a todo lo que no exude competición.
Casi tres décadas después, ahí sigue Riles comandando las oficinas e imponiendo su carácter ante jugadores como Jimmy Butler.
Quizás no hacía falta un gesto como este, cosa de los de arriba, para agradecer todo lo brindado. Aunque nada mejor que un homenaje antes de que sea demasiado tarde. (NBA Maniacs)