Las conclusiones de Fernando Gago

Seguramente cuando estaba en vuelo desde México imaginando las alternativas de su debut ante Tigre, ni en el más remoto pesimista pensamiento se le habrá cruzado que su Boca iba a arrancar con un 0-3 en Victoria. Pero Fernando Gago bien sabía que tendría mucho trabajo por hacer, independientemente de lo que marcara el tanteador anoche.

De movida, el flamante DT dio algunas muestras de lo que será el Xeneize de acá en más. Sergio Romero recibió indulto total y fue su primer arquero titular (relegó a Leandro Brey, que venía en gran nivel). El discutido Marcos Rojo también fue inicial, aunque le cedió la capitanía a Edinson Cavani. Otro de los referentes, Pol Fernández, fue alternativa entre los suplentes pero no estuvo desde el minuto cero. El cuerpo técnico no preservará ni guardará pese a la proximidad de partidos: siempre irá toda la carne al asador. Con su esquema 4-3-3, Miguel Merentiel se ubicará como extremo. Kevin Zenón, por ahora, actuará como interno (por izquierda o derecha). Nacho Miramón figura como el 5 con prioridad. El Changuito Zeballos, de vertiginoso ingreso, ganó crédito en la consideración.

Gago y sus colaboradores se llevaron cuatro conclusiones definidas tras su frustrada excursión en el estadio José Dellagiovanna, con un resultado negativo que lo dejó a 13 puntos del líder Vélez y fuera de la zona de ingreso a la Libertadores 2025.

En conferencia de prensa, Gago aclaró que el hecho de haber puesto a Sergio Romero y Marcos Rojo ante Tigre no implicaba que repitieran contra Gimnasia en Copa Argentina: “Es partido a partido. Cada uno se gana el lugar en el equipo en el entrenamiento y lo voy a decir siempre, siempre fue así. Trato de que todos tengan la mentalidad de que pueden jugar y también se los dije a los futbolistas, por eso lo repito acá”. Los futbolistas están avisados y el entrenador seguramente rotará de cara al próximo compromiso contra el Lobo, este miércoles, en cancha de Newell’s.

La situación de Chiquito, ex compañero del DT en la selección argentina, quedó bajo la lupa. Es cierto que tapó un mano a mano que pudo haber sido el segundo gol de Tigre en el primer tiempo, pero desde hace rato el golero bajó su nivel y encima la gente lo tiene apuntado por su cruce con los plateístas tras perder el Superclásico (punto qeu Gago no puede pasar por alto). Leandro Brey, mimado del Consejo de Fútbol, toma envión para tener acción en el corto plazo.

Rojo es otro de los que está en el ojo crítico de los fanáticos boquenses. El defensor de 34 años arrancó como titular y es el único zaguero zurdo del plantel, pero eso no implica que será indiscutido. Por su parte, Aaron Anselmino exhibió uno de los niveles más flojos desde que debutó en Primera, por lo que no sorprendería que saliera del equipo. Con Cristian Lema ya recuperado de una molestia y Nicolás Figal en las gateras, la defensa podría sufrir algún retoque.

“En el segundo tiempo no varió mucho, solo un poco más adentro y sostuvimos más la banda con Aguirre”, fue lo que mencionó Gago al ser consultado por el cambio de lugar en la cancha del uruguayo, al que no se lo notó el todo cómodo recostado sobre la izquierda. El líder del cuerpo técnico prioriza el esquema 4-3-3 y por eso ubicó a la Bestia como extremo izquierdo en la primera parte. Ya en el complemento, cambió de banda a Aguirre y cerró al número 16, que finalmente fue reemplazado por Milton Giménez.

El charrúa supo ser uno de los mejores futbolistas del plantel e incluso máximo goleador del equipo, motivo por el cual Gago tendrá la vara muy alta con él. Deberá hallarle la posición cuanto antes para explotar sus cualidades y que su elenco no pierda poderío en ataque. Con Cavani de centrodelantero, capitán e indiscutido, será difícil que Merentiel juegue con el sistema del DT en su zona de confort.

Un déficit total a lo largo de todo el encuentro. Polémica al margen, Tigre abrió el partido a través de un tiro de esquina pasado en el que dos jugadores aparecieron casi sin marca. De otro córner por banda derecha llegó el segundo gol que liquidó el pleito, cuando el dueño de casa solo se dedicaba a aguantar la mínima ventaja y prácticamente no había cruzado mitad de cancha. Primero perdió la marca Medina con Ramón Sosa y, en el rebote, cabeceó Armoa tras la siesta de Pol Fernández. De yapa, Cardozo la empujó en la línea a metros de distancia de Lautaro Blanco.

Las desatenciones en ese aspecto le hicieron pagar a Boca con la derrota. Gago lo identificó: “Fueron dos acciones de balón detenido donde tuvimos esos desaciertos que tenemos que seguir trabajando y llevarlo al máximo nivel en cada situación”. Al margen de la vocación ofensiva y las tareas de ataque, el cuerpo técnico de Pintita deberá acomodar sus líneas en esta faceta porque si no lo lastimarán fácil.

“Vi muy predispuestos a los jugadores en lo que fue esta semana de trabajo. Se irán acomodando con los entrenamientos y los partidos encontrando lo que quiero: que juegue de una determinada manera los 90 minutos. Al principio serán 30, después 45 y después 60 o 70 minutos, y eso es trabajo, no de un momento para el otro”. Gago tiene claro su plan, pero el problema es que en el mientras tanto deberá obtener resultados para conseguir el objetivo primordial para el que fue contratado: clasificar a Boca a la Libertadores 2025.

En el fútbol no existen las recetas mágicas y la lógica prima en que, a mayor cantidad de entrenamientos y trabajo, mejores resultados se obtendrán. Sin embargo, el aspecto anímico y falta de confianza es algo en lo que el DT deberá tallar. El miércoles Boca se jugará un partido decisivo ya que la Copa Argentina es uno de los dos caminos que le quedan para clasificarse a la Libertadores del año que viene. A los hinchas, verla por TV por segundo año consecutivo, les suena a tragedia. En semifinales, para colmo, espera Vélez. Y, tras la derrota ante Tigre, en la Anual lo pasaron Huracán y Racing, a la vez que podrían escaparse Talleres y Godoy Cruz (Estudiantes ya está clasificado por ser campeón de la Copa de la Liga). (Infobae)