La selección nacional sigue sin manejar bien el tema de la altura

Por Elmer López Lutz

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El tema de la altura representa un verdadero reto para los equipos que en su condición de visitante deben jugar en estadios ubicados a una mayor altitud a la que están acostumbrados.

La Ciudad de Toluca, ubicada a 2660 metros sobre el nivel del mar (420 metros más que la Ciudad de México), ha sido designada por el director técnico Javier Aguirre para el partido de vuelta contra Honduras el martes 19 de noviembre, por lo que es importante mencionar las medidas para contrarrestar los efectos del “mal de la altura”.

Los efectos de la altura por lo general aparecen entre 6 a 12 horas después de haber arribado y alcanzan su mayor intensidad entre los 2 a 7 días, pero pueden permanecer hasta por 3 a 4 semanas, que es el periodo de tiempo necesario para que el organismo se adapte aumentando los niveles de hemoglobina en sangre.

Los síntomas que pueden presentar los futbolistas que no están adaptados a jugar en la altura son los siguientes: dolor de cabeza, mareos, náuseas, falta de concentración, pérdida de coordinación, taquicardia (aumento de la frecuencia de latidos del corazón), taquipnea (aumento de la frecuencia de la respiración), fatiga prematura al esfuerzo físico, presión alta y arritmias (ritmo alterado del corazón).

Cuando los equipos arriban entre 24 a 72 horas previo al compromiso, sufrirán a la hora del partido los síntomas con mayor intensidad.

Lo mismo ocurre si los equipos se desplazan para “aclimatarse” a lugares de mayor altitud que la de su localidad, como ha ocurrido con nuestra Selección Nacional en estos dos procesos de Reinaldo Rueda, pues al permanecer pocos días en un lugar de mayor altura previo al compromiso (Guatemala y Cuernavaca respectivamente, los dos a una altitud de 1500 msnm), se produce precisamente eso, un efecto sumatorio para exponer al jugador a los efectos adversos de la altura en su mayor intensidad el día del partido.

Por eso los equipos deben arribar desde su país dentro de las 24 horas previas a la hora de inicio del partido (de preferencia muy entrada la noche del día previo), descansar toda la mañana y parte de la tarde para jugar en el horario nocturno, antes de que los efectos de la altura se presenten en su mayor intensidad.

En el proceso de Jorge Luis Pinto inclusive se utilizó la Cámara Hiperbárica con el fin de contrarrestar los efectos de la altura. Sin embargo, produce el efecto contrario, al proporcionar altas concentraciones de oxígeno, produce una disminución de la hemoglobina.

Además de someter innecesariamente a los futbolistas a otros riesgos y complicaciones como ser trastornos de la visión, claustrofobia y baro trauma.

Algunas recomendaciones para el viaje a la Ciudad de Toluca:

1. Llegar en un vuelo directo al Aeropuerto Internacional de Toluca la noche del lunes 18 de noviembre, descansar en el hotel sin reconocimiento previo del estadio, durante la mañana y tarde del martes 19, para trasladarse al Estadio Nemesio Diez 2 a 3 horas antes del encuentro.

2. Comer liviano, pero con los nutrientes necesarios para la competencia deportiva.

3. Utilizar futbolistas rápidos y livianos, que se recuperen bien entre cada esfuerzo, disminuir el ritmo del partido y definir en contragolpe.

4. Disponer de tanques y máscaras de oxígeno suplementario para los futbolistas en el camerino.

5. Hidratación adecuada: sólo ingesta de agua antes del partido y durante el primer tiempo, luego para el entretiempo y segundo tiempo, ingesta de bebidas hidratantes frías. Utilizar agua fresca para refrescarse externamente.

6. Regresar al país al día siguiente.