El Venecia remontó este miércoles una ventaja de dos goles que consiguió el Udinese (3-2) gracias al tanto del español Iker Bravo, en el que fue su estreno goleador en Serie A.

Fue una tarde agridulce para Bravo en el emblemático estadio Pier Luigi Penzo, situado a orillas de la famosa laguna veneciana. Porque el canterano del Real Madrid, de 19 años, culminó en este partido todas las muestras de crecimiento que había exhibido en las últimas semanas con su primer gol en el fútbol italiano, aunque no fue de la mano de una victoria ante el colista.

Después de empezar casi sin jugar en la temporada, sumó su octavo partido seguido con minutos y fue su segunda titularidad en los últimos tres encuentros. Y respondió a la confianza de su técnico, el alemán Kosta Runjaic, con otra grandísima actuación en los 55 minutos que estuvo sobre el verde.

Formó pareja ofensiva junto a Lorenzo Lucca y marcó el segundo gol de los suyos en el minuto 25, con un potente disparo desde fuera del área que superó al meta del Venecia, el serbio Filip Stankovic, hijo de Dejan Stankovic, mítico jugador del Inter de Milán y del Lazio.

Tenía el partido en su mano el Udinese, pero el tanto de Pohjanpalo en el minuto 41, de penalti, cambió el rumbo de un partido condicionado poco después por la expulsión de Toure, en el 53. La roja directa, de hecho, provocó la sustitución de Bravo.

El Venecia se hizo con el dominio y, aupado por su gente, consiguió la remontada con los goles de Nicolussi Caviglia y el postrero de Pohjanpalo, otra vez desde los once metros.

El Udinese, que se asomaba con la victoria a los puestos de Liga de Campeones, se queda séptimo con 16 puntos; mientras que el Venecia, pese a sumar su segunda victoria de la temporada, no consigue salir del descenso y es 18º con 8 unidades. EFE