Connect with us

Béisbol

Clayton Kershaw, emocionado, disfruta desfile del campeón Dodgers

Publicado

Clayton Kershaw se acercó al podio, en un escenario circular azul instalado en el jardín central del Dodger Stadium, el viernes, después del desfile en el centro de la ciudad que siempre había deseado, con sus compañeros hacieldole reverencia inclinando sus brazos hacia él, y las emociones lo invadieron.

«No tengo palabras», dijo Kershaw, con la voz entrecortada, a una multitud de 42.448 personas que se reunieron para celebrar el título de la Serie Mundial de Los Ángeles Dodgers. «No tuve nada que ver con este campeonato, pero siento que tengo la mejor sensación del mundo: ¡puedo celebrar con ustedes!».

La última vez que los Dodgers ganaron el título, en 2020, la pandemia de COVID-19 les impidió disfrutar de la mayor parte de los espectáculos que se le ofrecen al campeón de las Grandes Ligas, en particular el desfile. Kershaw, que había pasado su prolongada carrera persiguiendo un título, nunca llegó a disfrutar plenamente de un momento que, sin duda, le quitó un gran peso de encima. Cuando los Dodgers vencieron a los New York Yankees en el quinto juego de la Serie Mundial el miércoles por la noche, le dieron a la franquicia su primer campeonato de temporada completa desde 1988 y les brindaron a sus jugadores la oportunidad de celebrar por completo.

«Creo que en 2020 hubo una especie de sensación de alivio», dijo Kershaw. «Y este –especialmente porque mi papel es bastante limitado, solo poder sentarme y disfrutarlo, ¿sabes? Creo que hay mucha más felicidad, honestamente. Estoy muy feliz de poder celebrar finalmente. Ese desfile fue para esta temporada, y siento que esta temporada fue única en sí misma, y vamos a celebrar como corresponde. Pero 2020 también –se hizo esperar mucho. Llevábamos mucho tiempo esperando este desfile. Así que poder hacerlo finalmente– creo que la preparación lo hizo aún más dulce, honestamente».

Siete autobuses de dos pisos que transportaban a jugadores, familiares, entrenadores y personal de la oficina principal recorrieron una ruta de 1,2 millas desde Gloria Molina Grand Park cerca del Ayuntamiento, por 1st Street y luego Grand Avenue antes de girar a la izquierda en 5th Street y dirigirse al Dodger Stadium alrededor de las 12:30 p.m. PT. Ice Cube, quien famosamente inició el Juego 2 de la Serie Mundial la semana pasada, los recibió con una interpretación de su icónica canción «It Was a Good Day». El mánager de los Dodgers, Dave Roberts, bailó junto a él y luego presentó a algunos de sus jugadores clave.

Walker Buehler, quien registró el out final, vestía la camiseta gris de visitante de Orel Hershiser de la Serie Mundial de 1988 y gritó improperios en el micrófono. Kiké Hernández, en muchos sentidos el líder espiritual del equipo, conmovió a la multitud al incitarlos a gritar «nos importa un carajo», una referencia a su frase durante una entrevista en el campo, después del juego, después de una victoria que les aseguró el banderín. Shohei Ohtani recorrió el desfile con su perro, Decoy, a cuestas, y luego habló en inglés desde el escenario.

«Esto es muy especial para mí», dijo Ohtani a la multitud. «Es un gran honor para mí estar aquí y ser parte de este equipo. Felicitaciones, Los Ángeles. ¡Gracias, fanáticos!».

Uno de los más aclamados fue Freddie Freeman, quien se las arregló para superar una letanía de lesiones en octubre y finalmente ganó el premio al Jugador Más Valioso de la Serie Mundial. Roberts presentó a Freeman como alguien que «jugó con una pierna y una costilla», en referencia a su esguince de tobillo derecho y, como informó ESPN el jueves, al cartílago costal roto que sufrió la noche anterior a la Serie Divisional de la Liga Nacional.

Roberts dijo que el equipo «salió del atolladero» con el problema de costilla de Freeman en el tiempo de descanso entre el final de la Serie de Campeonato de la Liga Nacional y el comienzo de la Serie Mundial, ayudando a Freeman a conectar un grand slam al estilo Kirk Gibson en el Juego 1.

«Pero no estaba ni cerca del 100 por ciento», agregó Roberts.

Por supuesto, Kershaw tampoco lo fue.

El zurdo de 36 años se sometió a una cirugía de hombro la temporada baja pasada y no hizo su debut en 2024 hasta fines de julio. Luego, en su séptima apertura, agravó una lesión de larga data en el dedo del pie. Los intentos de regresar para la postemporada solo llevaron a otras dolencias, lo que lo obligó a perderse la recta final de la temporada.

El miércoles, dijo Kershaw, se someterá a una cirugía para arreglar su pie izquierdo –para tratar un espolón óseo y una placa plantar rota, entre otros problemas– y otro procedimiento para remediar un problema de menisco en su rodilla izquierda.

En algún momento durante los próximos días, Kershaw ejercerá su opción de jugador para 2025 o firmará un nuevo contrato para regresar para su 18va temporada con los Dodgers.

Durante 17 años, Kershaw se consagró como una de las figuras más monumentales en la ilustre historia de la franquicia. Ganó tres premios Cy Young y un MVP, formó parte de 10 equipos All-Star, se convirtió en el líder de todos los tiempos en ponches y acumuló la segunda mayor cantidad de victorias. Pero continuamente formó parte de equipos de los Dodgers repletos de estrellas que se quedaron cortos en los playoffs y, con razón o sin ella, cargaron con la culpa de gran parte de ello.

«Sabía que iba a ser un día especial, pero fue un poco más emotivo de lo que esperaba», dijo Kershaw. «Es un día que definitivamente nunca olvidaré. Ya sabes, el béisbol es solo un juego. Todo el mundo lo dice. Pero no sé, hombre. Miras a tu alrededor y ves lo mucho que significa para tanta gente diferente. Puede que sea béisbol, pero significa mucho para mucha gente diferente. Yo no soy diferente». (ESPNDEPORTES)

 

Ver Más
Publicidad

TABLA LIGA NACIONAL

Derechos Reservados © 2024 Diario Deportivo MÁS, Honduras Centro América. Politica de Privacidad