Con su primer gol desde que terminara su sanción por apuestas ilegales y más de un año después del último que marcó, Sandro Tonali decidió este jueves el duelo ante Bélgica (0-1) y certificó la clasificación de Italia para los cuartos de final de la Liga de Naciones, a los que los ‘Red Devils’ ya no pueden acceder.

Esta Italia, la misma que quedó eliminada de manera irreconocible en la Eurocopa, ha encontrado tras el fracaso cosechado en verano el equilibrio para funcionar a las mil maravillas. Los de Luciano Spalletti, de hecho, no pierden desde esos fatídicos octavos de final ante Suiza en tierras alemanas y, en cuatro partidos, solo han sumado un empate, curiosamente ante esta Bélgica en el Estadio Olímpico de Roma.

Sumar a un jugador como Sandro Tonali en el centro del campo también lo pone todo más fácil. Es una pieza perfecta para el nuevo 3-5-2 de Spalletti que está sacando la mejor versión de todos los jugadores. Con Cambiaso y Dimarco por bandas siendo decisivos. Con una línea de 3 rocosa formada por Bastoni, Buongiorno y Di Lorenzo. Con Tonali y Frattesi liderando un centro del campo con calidad pero apabullante. Y con Barella como segundo punta.

Todo le sale a esta Italia. Y ante Bélgica ya el minuto 11 encontró recompensa a su dominio, facilitado por la debilidad belga en defensa, muy permisiva en la acción del gol. Robó Italia en salida de balón a la altura del centro del campo y construyó una transición rápida.

Frattesi le devolvió la pared a Di Lorenzo en línea de fondo y Dee Cuyper estuvo muy blando, y erró incluso a la hora de despejar. El lateral del Nápoles, tercer central en la ‘Azzurra’, habituado a pisar área, tuvo la paciencia justa para esperar el movimiento de un Tonali que solo tuvo que empujar a puerta vacía.

Fue un tanto especial, el primero en su vuelta a ser futbolista. La última vez que había marcado fue con el Newcastle en agosto de 2023, hace más de un año.

Pudo aumentar su ventaja Italia en la segunda mitad, pero Retgui no estuvo fino en la definición y Mignolet le privó del gol de la tranquilidad. Pudo también Di Lorenzo sentenciar con un remate de cabeza que mandó alto. Le falto a Italia solo esa sentencia definitiva que acusó en los últimos minutos.

Porque ya volcada en ataque, Bélgica gozó de cuatro ocasiones muy claras. Primero Openda tras un error en salida de Rovella que salvó Donnarumma con una gran parada. Después las dos de Lukaku. El capitán belga rozó el gol con un remate de cabeza que se marchó desviado por poco y con un disparo que, de no haber rozado ligeramente en el cuerpo de Di Lorenzo, su compañero de equipo, hubiera entrado seguro.

Fueron minutos de dominio belga absoluto que culminaron con el remate de cabeza al palo que estrelló Faes a falta de 10 para el final. Sobrevivió Italia. El tanto de Tonali certificó los cuartos de final de manera merecida. Ahora, a Italia, le queda luchar por la primera plaza ante Francia en la última jornada, en San Siro, este domingo.