De Todo Un Poco
El sueño de Gabrielloni
Alessandro Gabrielloni es uno de los jugadores menos conocidos del fútbol italiano, pero con apenas 103 minutos en la presente campaña cumplió el sueño por el que pelea desde hace años: se convirtió en el héroe del Como 1907 al marcar un gol decisivo al Roma (2-0), el único en la que a sus 30 años es su primera temporada en la máxima categoría del fútbol.
El fútbol, a veces, es cuestión de insistir, de tiempo y de un poco de suerte. La historia de Gabrielloni es una de esas curiosas que deja el deporte rey, conocedor de los sacrificios de un delantero que llegó en enero de 2018 a la ciudad del famoso lago, cuando todavía el equipo estaba en Serie D (cuarta categoría) y no podía soñar ni siquiera lo que iba a ser en 2024.
Desde entonces, Gabrielloni ha militado en todas las categorías del ‘calcio’. En 6 años pasó por Serie D, Serie C, Serie B y llegó este año a la élite, con 30 años. Siempre en la plantilla, convenciendo a los entrenadores y a la directiva de que su aportación era necesaria.
Es uno de los jugadores más queridos por su compromiso con el club. Alejado de las redes sociales y graduado en economía, Gabrielloni es ya es parte de la historia del Como. De hecho, defendió su tesis final de carrera en 2020, año del covid, de manera virtual, por lo que solo se arregló en la parte superior. Una foto en redes sociales reveló que llevaba puesto el pantalón del Como durante su presentación.
Quizá sea la temporada la pasada, la del mítico ascenso a Serie A, la que mejor explique qué tipo de jugador es Gabrielloni. Un delantero muy oportunista, de goles clave. Marcó 9 goles en 37 partidos, pero 4 de ellos fueron en jornadas consecutivas en la parte final, dando un impulso final para el éxito.
En la presente campaña, su aportación cayó al no disponer de tantos minutos. La competencia arriba le apartó de un papel más protagonista pero ante el Roma se reivindicó en una noche que no olvidará.
Con empate a cero en el marcador, Cesc Fábregas optó por su delantero más oportunista para intentar rescatar una victoria salvadora. Dicho y hecho. Entró en el 80 y encontró la gloria en el minuto 93 con un gol de delantero puro, definiendo en el corazón del área adelantándose al defensa.
Poco después, en el 97, lejos de cegarse con la avaricia de un doblete que parecía claro, pues condujo desde el centro del campo sin oposición, regaló el tanto al argentino Nico Paz para coronar una victoria fundamental en la pelea por el descenso.
Terminó el duelo y recibió la merecida ovación gigante del Sinagaglia, volcada con un tipo al que conocen desde hace 6 años y que merecía más que nadie una noche tan grande como la vivida. Gabrielloni cumplió su sueño de marcar en Serie A. Y lo hizo en el club de su vida, en casa, junto al lago y para sacar al equipo del descenso. EFE