Atletismo
Suspendido provisionalmente por dopaje el tenista australiano Max Purcell
El tenista australiano Max Purcell, dos veces campeón de un Grand Slam en dobles, ha sido suspendido provisionalmente por haber incumplido el reglamento antidopaje, lo que debería impedirle participar en el Abierto de Australia en enero, anunció la Agencia Internacional por la Integridad en el Tenis (ITIA).
Clasificado en el puesto 12 del ranking de dobles, el tenista de 26 años admitió haber recurrido a un «método prohibido» y solicitó «una suspensión provisional el 10 de diciembre», precisó la ITIA, que no dio detalles sobre la infracción cometida por el jugador.
La suspensión provisional comenzó el 12 de diciembre, a la espera de las conclusiones de la investigación y de la decisión sobre la sanción, añadió el organismo.
En un mensaje publicado en sus redes sociales, Purcell explicó haber «recibido vitaminas por vía intravenosa y haber sobrepasado, sin saberlo, el límite de los 100 ml».
«Estoy completamente convencido de haber hecho todo según los reglamentos y los métodos de la AMA» (AGencia Mundial Antidipaje), añadió el australiano, que dijo encontrarse «hundido».
La Federación Australiana de Tenis (TA) destacó que la suspensión «no está relacionada con el uso de una sustancia prohibida, sino más bien un método prohibido».
Purcell ganó el título de dobles en Wimbledon en 2022, con su compatriota Matt Ebden como pareja, y el US Open de 2023, al lado de Jordan Thompson, también australiano.
Esta sanción supone un nuevo golpe del dopaje en el tenis, que en 2024 vio como recibiran sanciones el número 1 mundial Jannik Sinner y la N.2 Iga Swiatek.
El italiano recibió dos suspensiones breves por habérsele encontrado restos de clostebol (anabolizante) y luego fue absuelto por la ITIA, aunque la AMA ha apelado esta decisión.
La polaca fue suspendida un mes tras dar positivo en agosto por trimetasizina, la misma sustancia por la que la patinadora rusa Kamila Valieva recibió una sanción de cuatro años, pese a que los científicos no se ponen de acuerdo sobre sus verdaderos efectos dopantes.
Tanto Sinner como Swiatek se defendieron asegurando que no ingirieron voluntariamente esas sustancias, sino por negligencia.