El Brujas se impuso al Atalanta (2-1) en la ida del ‘play-off’ de acceso a los octavos de final de la Liga de Campeones gracias a un tanto de penalti en el minuto 92 de Gustaf Nilsson, una pena máxima muy protestada por el equipo italiano.

Los locales, que habían dominado el partido pero no habían tenido contundencia de cara a portería, parten con ventaja para la vuelta de la repesca que se disputará el próximo 18 de marzo en Bérgamo.

El Brujas arrancó con más ímpetu, presionando arriba y acercándose a la portería del vigente campeón de la Liga Europa en los primeros minutos, hasta que el español Ferran Jutglá firmó el 1-0 al cumplirse el primer cuarto de hora de juego.

Chemsdine Talbi, futbolista de 19 años y valor al alza en la delantera del Brujas, robó un balón en la banda derecha al austríaco Stefan Posch, enfiló hacia el área y colocó un centro aéreo en el punto de penalti para Jutglá, que trató el balón con una definición excelente.

Con el gol en contra, el Atalanta quiso ganar metros y empezó a crear peligro para los de Nicky Hayen, que también seguían respondiendo con incursiones en una primera mitad tensa y disputada pero que dominó con claridad el Brujas.

Hasta que a falta de cinco minutos para cerrar la primera parte los belgas se distrajeron en defensa, concedieron un saque de banda cerca del córner izquierdo y apenas defendieron la salida del balón.

El exfutbolista del Brujas Charles De Ketelaere sirvió en corto para Davide Zappacosta, quien colgó cómodamente un balón al área que Pasalic utilizó para imponer su empate de cabeza.

Jarro de agua fría para las gacelas, que pagaron caro su único error el los primeros 45 minutos.

Sin cambios en ninguno de los dos equipos tras el descanso, los locales siguieron mandando en la segunda parte sobre los de Gian Piero Gasperini.

Los belgas atesoraban el 60 % de la posesión y creaban ocasiones con protagonismo destacado para Talbi, Jutglá y De Cuyper. Pero sin encontrar portería en un partido aún abierto contra un Atalanta que sufría, sin excesos, y que no renunciaba a encontrarse con alguna ocasión aislada que le diera la victoria.

Los italianos esperaban, quizá, que el belga Charles De Ketelaere sacara a relucir el talento que pulió en el Estadio Jan Breydel desde que subió a profesional en 2019 y hasta que se fue al Milan en 2022.

Aunque no tuvo su noche más inspirada, el joven, de 23 años, a punto estuvo de marcar en el minuto 83 a pase de Samardzic con un disparo con la pierna izquierda que supo solventar Simon Mignolet, minutos antes de que el colombiano Juan Cuadrado también probara al guardameta internacional belga.

Sin embargo, el último sobresalto se produjo en el área de los italianos, cuando el colegiado señaló penalti por un leve contacto de Isak Hien en la cara de Nilsson cuando éste iba a buscar el balón.

El propio Nilsson se encargó de convertir la pena máxima en el minuto 92, sin dar opciones al portero Rui Patricio, en una jugada muy protestada por el conjunto italiano.