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Grupo femenino de kung fu le da un nuevo giro a un antiguo arte chino

Frente a un templo recluido en el suroeste de China, Duan Ruru ejecuta con habilidad una serie de golpes, con técnicas de kung fu que ha dominado a lo largo de una década de entrenamiento.
Las artes marciales chinas son consideradas disciplinas dominadas por los hombres, pero mujeres de la Generación Z, como Duan, desafían esa idea y generan publicidad para su escuela particular de kung fu.
«Desde pequeña me encantan las artes marciales. Pensaba que las chicas que aprendían artes marciales tenían mucho estilo», comentó Duan, de 23 años, que se entrena desde los 12.
Se cree que la antigua escuela Emei, donde entrena en las montañas de Sichuan, recibía históricamente un mayor número de mujeres y niñas, aunque no tiene la misma fama entre el público de otras escuelas de kung fu, como Shaolin.
Pero eso comenzó a cambiar gracias en parte al grupo Chicas Kung Fu Emei, de Duan, formado por nueve mujeres, que mezcla la destreza con la espada y las redes sociales para dar a conocer a su escuela.
En sus videos, las muchachas ejecutan todo, desde escenas de combate hasta volteretas frente al museo Louvre de París.
También muestran sus movimientos junto a marcas de bebidas o vehículos, aunque el grupo se negó a decir si generan dinero de la publicidad.
Desde su debut en abril de 2024, han amasado más de 23 millones de vistas y más de un millón de seguidores en Douyin, la versión china de TikTok.
Este arte «tiene un lugar en la historia (…) creo que es algo que merece ser propagado», declaró Duan a AFP.
– Mayor audiencia –
Conocida en China por sus cumbres envueltas en niebla, Emeishan ha buscado sacar provecho de su riqueza cultural, con resultados mixtos.
Las sectas locales de artes marciales tienen su origen en la antigua filosofía taoista y evolucionaron a una forma de defensa durante las frecuentes guerras en China.
La importancia de las escuelas decayó con la modernización de las armas, y el gobernante Partido Comunista luego suprimió lo que consideró un potencial foco de pensamiento desviado.
Pero tales políticas han sido relajadas y en 2008, China incluyó las artes marciales de Emei como patrimonio cultural intangible.
Pero el progreso ha sido desigual. Autoridades municipales admitieron en 2023 que la disciplina sufría por «una falta de reconocimiento entre turistas y su diseminación no es alta».
Wang Chao, un maestro de kung fu y representante de las artes marciales Emei a nivel nacional, considera que el grupo aún depende mucho de los fondos públicos.
Pero declaró a AFP que los videos de las Chicas Kung Fu Emei han sido «muy buenos» para llevar el arte local a una mayor audiencia.
«La publicidad de las artes marciales Emei es mucho más fuerte ahora», aseguró.
– Más confianza –
Duan, quien entrena desde los 12 años, dice que a su generación «le encanta ser independiente y de espíritu libre».
Algunas estudiantes de Emei se han inspirado a seguir en las artes marciales, como Ren Nianjie, quien quiere estudiarlo en la universidad.
«Quiero ser atleta (…) alcanzar la gloria para el país», declaró la atleta a AFP.
La popularidad de las mujeres luchadoras de Emei viene en gran parte de las novelas del escritor Louis Cha, de Hong Kong, quien utiliza el seudónimo Jin Yong.
En Emei hay más chicos que chicas, aunque quizás no tanto como en otras sectas.
Un viernes de febrero, siete chicas estaban presentes en una clase para 17 alumnos de escuela primaria en una academia vecina de artes marciales.
Zhu Haiyan, de 41 años, dijo que su hija Guoguo adquirió más confianza desde que inició en la disciplina hace un año.
«Cuando las chicas tienen confianza, son menos tímidas cuando salen», comento viendo a Guoguo practicar a pocos metros.
Duan, de Chicas Kung Fu, dijo esperar que el grupo inspire a otras jóvenes a practicar las artes marciales.
«Tal vez me vean entrenar y piensen que es súper atractivo y cool y se interesen por aprender también», declaró. (AFP)
