Rafael Louzán, cien días por el cambio con diálogo en la RFEF

Rafael Louzán cumple sus primeros cien días como presidente de la Federación Española de Fútbol (RFEF), tiempo en el que ha defendido el diaIÁlogo, ha cambiado los estatutos del organismo y ha celebrado la clasificación de España en Valencia para luchar por la Liga de Naciones tras renovar a Luis de la Fuente hasta 2028.

La prórroga del contrato del técnico de la selección absoluta fue una de las primeras acciones de Louzán, que en el inicio de su mandato ha sentado en la misma mesa a las ligas, los clubes y los árbitros para consensuar una reforma del sistema arbitral; ha tendido la mano al Gobierno, reticente con su elección, ha llevado a la selección a Valencia para ayudar tras la dana y en unos días espera ser elegido miembro del Comité Ejecutivo de la UEFA.

Con los 90 votos que la Asamblea de la RFEF le otorgó el 16 de diciembre, frente a los 43 del valenciano Salvador Gomar, Louzán (Ribadumia/Pontevedra, 1967) puso en marcha su proyecto para recuperar el prestigio del organismo por la etapa de Luis Rubiales, después de haber presidido la Federación de Galicia desde 2014.

48 horas después de ser elegido, Louzán viajó a Catar para presenciar la final de la Copa Intercontinental que enfrentó al Real Madrid con el Pachuca (3-0) y se reunió con el presidente de la FIFA, Gianni Infantino. El mes pasado hizo lo propio en Nyon (Suiza) para entrevistarse con el presidente de la UEFA, Aleksander Ceferin.

La inclusión en su primera junta directiva con cargo de vicepresidentes de los presidentes de las ligas profesionales, Javier Tebas y Beatriz Álvarez, y el de la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE), David Aganzo, confirmó su idea de trabajar con «unidad y cohesión» con el resto de agentes del fútbol español.

El 6 de febrero, y tras haber vivido ya su primera Supercopa en Arabia, Louzán recibió el visado que necesitaba para ejercer plenamente su nuevo cargo. El Tribunal Supremo estimó el recurso que había presentado contra una condena de 7 años de inhabilitación que arrastraba de su etapa como presidente de la Diputación de Pontevedra por un delito de prevaricación.

El fallo del Supremo coincidió en fecha con la primera gran sentada auspiciada por Louzán entre clubes y árbitros, en la que fue crítico con el Real Madrid por la forma en que este ha cuestionado los arbitrajes, pero le abrió la puerta a participar en futuras reuniones para repensar el modelo arbitral. El club blanco aceptó y asistió el pasado día 12 a la primera cita de la comisión creada para ello, aunque no ha sido elegido por los clubes para representarlos.

También el Supremo le abrió la puerta del Consejo Superior de Deportes, donde se encontró con su presidente, José Manuel Rodríguez Uribes, a finales de febrero, poco después de que el Gobierno anunciara la creación de una comisión interministerial para la organización del Mundial 2030.

Louzán invitó al Gobierno a unirse al consenso del fútbol español y a tener una colaboración leal y permanente y dijo haber tenido buena receptividad en el secretario de Estado.

Ambos coincidieron el pasado fin de semana en Valencia, elegida como escenario del partido de España para ayudar a los damnificados de la dana y ambos comparten la idea que de tanto Valencia como Vigo puedan incorporarse como sedes del Mundial 2030, del que quedaron fuera. Su idea es reunir en España lo antes posible a los representantes de los tres países organizadores, junto a los de los de Argentina, Uruguay y Paraguay que acogerán los partidos el centenario.

También en unos días, en el Congreso que la UEFA celebrará en Belgrado el 5 de abril, Louzán optará a entrar en el Comité Ejecutivo del organismo, un foro en el que el fútbol español perdió su sitio por la inhabilitación de Rubiales por la FIFA en agosto de 2023 y que tendrá que ratificar al Metropolitano como sede de la final de la Liga de Campeones de 2027. EFE