Fútbol Internacional
El Dortmund resucita en tres minutos

Tres minutos de acierto en pleno vaivén en el tramo final de la primera parte, aprovechados por Maximilian Beier primero y por Emre Can después, resucitaron al Borussia Dortmund, un zombi en la presente Bundesliga pero ganador por 3-1 en el cara a cara con el Mainz, equipo revelación en Alemania que salió dañado del Signal Iduna Park.
El cuadro de Bo Henriksen, que llevaba seis encuentros sin perder -cuatro victorias y dos empates- y que aspira a lograr por primera vez disputar la Liga de Campeones, se mostró frágil en los momentos clave. Con un fútbol sobresaliente, pero sin la determinación de su rival, que aprovechó su fortaleza en el juego aéreo y en las acciones a balón parado, como ocurrió en el segundo y el tercer gol, para rehabilitar su ánimo y sus aspiraciones.
El primer triunfo después de dos derrotas seguidas del subcampeón de Europa, citado con el Barcelona en diez días en los cuartos de final de la Liga de Campeones, le pone a tiro de la zona alta de la Bundesliga. Es décimo, pero solo a cuatro puntos del sexto en la clasificación, el Leipzig, que marca la zona continental.
Un alivio y un objetivo para el técnico Niko Kovac, un recién llegado, semanas atrás, que no ha tenido el impacto esperado en el Dortmund. Había perdido cuatro de los seis encuentros de liga en los que ha estado. El poseedor del peor registro en un inicio de un entrenador desde 2007 no ha dado aún con la tecla y durante muchos minutos fue presa del buen fútbol de su adversario.
Pero a la hora de la verdad fue superior el Borussia, que tuvo a Nico Schlotterbeck en su faro. Su golpeo es determinante. Pudo marcar antes de la media hora con un disparo lejano de Robin Zentner sacó con apuros y con los pies.
Fue el preámbulo de los momentos clave del choque en los que el cuadro de Kovac fraguó su victoria. En el minuto 39, Julian Brandt envió la pelota al área. La prolongó Maximilian Beier hacia Karim Adeyemi, que se la devolvió para que su compañero marcara a puerta vacía.
El segundo llegó en el 42, en un córner botado por Schlotterbeck al segundo palo, donde estaba Emre Can, que solo tuvo que cambiar la dirección del balón para llevarlo a gol. Era demasiado premio para el Dortmund y excesivo castigo para el Mainz, que con el balón en los pies fue superior. También en la posesión.
El atrevimiento del conjunto de Bo Henriksen propició un choque de ida y vuelta. Eso le condenó. Adeyemi pudo marcar en un mano a mano que salvó Zentner y a continuación, en otro córner ejecutado por Schlotterbeck, fue Beier el que no perdonó y marcó, de cabeza, el tercero.
Fue la sentencia, aunque el Mainz no volvió la cara y lo intentó. Sobre todo después de que Paul NEbel, el más oportuno tras varios rechaces, acortara la distancia, que pudo volver a ensanchar Pascal Gross con un tiro, de primeras, a un poste.
