Fútbol Internacional
Giménez alimenta la escalada del Milan

El Milan, lanzado por el gran éxito copero ante el Inter, alimentó este domingo su esperanza de escalada en estas últimas jornadas de Serie A con una victoria sustentada en el gol final del mexicano Santiago Giménez ante un Venecia (0-2) que, desesperado por conseguir puntos para escapar del descenso, presentó batalla y se mantuvo vivo hasta el final.
El Milan volvió a la realidad en Venecia. Pero Giménez espantó cualquier tipo de sorpresa con un gol en el tiempo añadido, una vaselina especial en lo colectivo, porque decidió un choque especialmente duro, y en lo personal, porque no marcaba el ‘Bebote’ desde el 18 de febrero ante el Feyenoord, su ex equipo. Sumó su tercer gol en Serie A, el cuarto como milanista.
Después de humillar al Inter con un 0-3 tremendo con el que se reencontró consigo mismo, el equipo tuvo que ponerse el mono de trabajo para no desperdiciar esa dinámica mientras persigue el complicado objetivo de jugar en Europa la próxima campaña.
Tiene dos caminos para conseguirlo. El de Serie A se antoja complicado, situado a mínimo 5 puntos -faltan equipos por jugar- a falta de 12. Y el de Copa Italia, pues la competición reserva al campeón un puesto en Liga Europa. La final será el 14 de mayo ante el Bolonia. Ahí centra sus esfuerzos el equipo de Sergio Conceicao, técnico cuya continuidad sigue muy en duda la próxima campaña pese a haber ganado la Supercopa de Italia y estar en la final copera.
Mientras se va despejando poco a poco el futuro, el equipo dio muestras de reacción. Christian Pulisic, máximo goleador del equipo milanista con 10 tantos, encaminó el partido en el minuto 5 finalizando una jugada colectiva perfectamente trazada, al primer toque en varias ocasiones, que acabó en los pies del estadounidense en el corazón del área pequeña.
La variación táctica de Concicao en las últimas 2 semanas, con el paso a la defensa de 3, ha cambiado las cosas. El Milan es más equipo, está más compacto, funciona mejor. No deja de ser un equipo que permite mucho al rival, pero genera más.
De hecho, el Venecia empató el duelo antes del descanso con un gol de Yeboah que, anulado por un fuera de juego milimétrico que descubrió el VAR, mantuvo a flote al Milan, rescatado definitivamente en el tramo final por Giménez, que cuando más apretó el Venecia por el empate se inventó una vaselina perfecta que sentenció el duelo y mantuvo la buena dinámica de un Milan que no renuncia a Europa.
